Miro la hora en mi móvil, es bastante tarde, he pasado muchisímo tiempo en la biblioteca, más de lo que imaginaba. Salgo de ella y me dirijo a la parada de autobús para volver a casa.
Al llegar a casa, veo que faltan mis padres, recuerdo que mi madre me dijo que quedaría con sus amigas y mi padre ni idea. Escucho un móvil vibrar, es el de mi hermano que está cargando, no puedo evitar leer un mensaje. Es uno de sus amigos, le pregunta si va a ir a la fiesta de esta noche, también hay una ubicación, la apunto en mi móvil, junto al resto de la información sobre la fiesta. Curiosa me dirijo a la habitación de mi hermano, él está allí.
-¿De qué fiesta habla?- le preguntó dentro de la habitación y señaló el mensaje.-¿Vas a ir?
-Ni idea, no conozco al anfitrión, así que claro que no voy a ir.- me responde. Hago una mueca de disgusto.
-Pues voy yo.- hace como una semana que no voy a una, mi cuerpo lo necesita. Él niega con la cabeza.-Porfa, tú solo tienes que llevarme y luego traerme.- le pido haciendo un puchero.
Casi diez minutos después, no consigo que acepte así que me voy a regañadientes, iré yo sola, no importa. Miro la hora, según dice el mensaje, tengo una hora, así que debo darme prisa, no quiero llegar tarde a la fiesta de un completo desconocido.
Me ducho y aseo rápido. Me pongo un top de brillos dorados, una chaqueta fina y un poco ancha, pero elegante, de color negra, a juego de un pantalón del mismo color, pero más estrecho y unos tacones dorados que hace tiempo que no me los pongo. Me dejo el cabello suelto y me lo plancho. Me maquillo con una sombra de ojos también dorada y un pintalabios oscuro. Me pinto las uñas transparentes pero con brillos y decoro mis orejas con unas argollas un poco grandes.
Voy bien de tiempo, solo me falta el transporte, como mi hermano no piensa llevarme, supongo que tendré que ir en taxi, será más rápido.