¿POR QUÉ NO ME DICEN LA VERDAD? leer epub gratisUntitled document
by Mark

 ¿POR QUÉ NO ME DICEN LA VERDAD? de JOSÉ LUIS TORRES

Amazon kindle libros descarga ¿POR QUÉ NO ME DICEN LA VERDAD? de JOSÉ LUIS TORRES  9786075963136

Descargar ¿POR QUÉ NO ME DICEN LA VERDAD? PDF


Ficha técnica

Descargar eBook gratis



Amazon kindle libros descarga ¿POR QUÉ NO ME DICEN LA VERDAD? de JOSÉ LUIS TORRES 9786075963136

Overview

Muchos años después, en el barrio de mi infancia encontré algunas respuestas a preguntas que todavía me seguían asaltando: ¿Por qué no fui más liberal, más crítico, independiente, creativo o emprendedor? ¿Por qué aprendí adesvelarme, a mentir, engañar yhacer trampa? ¿Por quénologrésermáspuntual, ordenadoydisciplinado? En ese viaje quise saber si en mi educación saqué tache opalomita, si pasé de año o viví medio siglo repitiendo los mismos errores. Si llegué libre de pecado o sigo condenado; si en el recuento de los años gané o perdí. Me enseñaron a obedecer, a portarme bien, a memorizar las tablas y los hechos de los héroes que nos dieron patria y libertad y, cuando violé las reglas sufrí castigos. Me enfrenté a muchos fantasmas: niñas arañas, mariposas negras, charros sin cabeza, robachicos, chavos gandallas y maestras pegalonas. Sufrí el espanto de las almas en pena y los gritos de la llorona. Cachirulo, Capulina y el tío Gamboín, me dieron calma, pero Combate, Los intocables y las luchas del Santo me quitaron el sueño. Casi todo me condenaba: robar, mentir, fornicar, copiar o desear a la mujer de mi prójimo. Echar la flojera o comer mucho también eran pecados. Solamente la confesión, el arrepentimiento y el juramento de volverme bueno, me salvaban del castigo eterno de terminar en el fondo de la tierra o encerrado en una correccional para menores. Y de nada servía rezongar o llorar. A veces, el ingenio de la gente del barrio me ayudó a soportar los dolores del crecimiento. Otras veces, tantas mañas me complicaron la existencia. Por suerte, tuve muchos hermanos y muchos amigos y convivimos en una época con poca tecnología, pero con mucho tiempo y un camellón grande para jugar a las olimpiadas, béisbol o bote pateado.